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miércoles, 13 de abril de 2011

Revolución de Libia

Pongo la televisión y cambio de canal varias veces hasta que encuentro una imagen que me llama la atención. No sé qué canal es, ni me importa. Sólo me importa la imagen que estoy viendo, un niño de uno 8 años arrodillado frente a lo que sería su antigua casa, despojado de sus ropas y sin duda alguna, de su derecho a la libertad. El niño está llorando, pero nadie es capaz de escucharle.

En el reportaje que están echando sobre la revolución árabe aparecen varias imágenes más. En una de ellas, miles de habitantes del pueblo de Libia aparecen alzando el puño contra Gadafi. Entre los manifestantes aparece un hombre con su hijo al hombro, también alzando el brazo y gritando algún grito de esperanza.

En otra, decenas de mujeres y algunos hombres corren al ver cómo bombas y tiros hacen morir a vecinos a su paso. Todos huyen a sus casas, con sus hijos y animales en brazos. Una mujer, que iba de la mano con su hijo de unos seis años, cae al suelo mientras huía lo más rápido que podía por culpa de un tiro recibido en la espalda por los militantes del gobierno del dictador. El niño que iba de la mano, se queda quieto esperando ver cómo su madre se levantaría y huirían juntos de nuevo. La mujer jamás se volvió a levantar. La imagen con la que terminaba el reportaje era un campo arenoso mientras el sol se escondía con fuerza, acompañado de melodía de telediario matinal.

domingo, 20 de marzo de 2011

Minutero

Suena el despertador, levántate, vístete, desayuna y coge el autobús para la universidad. Fuma un pitillo, mira unos apuntes para la siguiente clase, charla con los compañeros sobre lo ocurrido ayer. Mira el reloj, queda poco para que termine la clase. Finaliza. Coges tus cosas y vuelves a coger el autobús de vuelta. Miras el reloj, el segundero parece amenazarte con sus movimientos acelerados. Llama a una amiga, desconecta. Pasa la tarde entre charlas, programas y actividades que te propones. Miras el reloj, el segundero ha ganado su partida, en día más ha pasado sin darte cuenta. Miras a la otra aguja, la del minutero preguntándote si es posible que el tiempo pase tan rápido.
Ella solo responde con un movimiento lento pero sin pausa.

domingo, 20 de febrero de 2011

20 de febrero

Hoy es el día. El movimiento del 20 de febrero se siente en las calles de Túnez. Se ve en las miradas de los marroquíes que reivindican con el puño en alza unos derechos que se les debían haber regalado al nacer. Todos ellos, se reunen pacíficamente para que no tengan que volver a recibir encarcelamientos sin sentido, exilios tortuosos y en definitiva, soportar el miedo de lo autoritario.
La ola de cambio se respira en el aire del lugar. Las voces fuertes y la masificación hace ver que el cambio está cerca, sólo queda que les ayudemos a conseguirlo por fin.

lunes, 14 de febrero de 2011

La lucha

La vida está llena de vaivenes, de cambios y nuevas experiencias. La lucha es el verbo que más se repite en todo nuestro recorrido. Luchar por todo lo que nos importa o nos viene en gana, pero luchar al fin y al cabo.
Si luchas, es porque tienes a alguien o algo opuesto a ti. Queremos creer que todo es perfecto y que todos somo uno para todos y todos para uno. Pero no. Debemos ver el enemigo, ver al contrario dentro de su burbuja de paz y normalidad falsa. Luchemos y apoyemos a la verdadera paz.
Dejemos a un lado a los profetas de las injusticias y ayudemos con fuerza a el pueblo que lo necesite. Ayudemos al pueblo de Egipto que ha sido el más valiente de todos por crear la justicia que ansiaban de una forma totalmente pacífica. Revolucionemos todo. Creemos líderes capaces de respetar los derechos humanos y dejemos atrás de una vez a verdugos como Hosni Mubarak. Gracias por conseguirlo Egipto.

miércoles, 12 de enero de 2011

Lo llaman el continente olvidado

Erase una vez un lejano lugar en el que cada ser humano vivía unido a su familia y a su tribu. Pasaban el tiempo disfrutando del ritmo de su música y creando espectáculos con el único fin de pasar un buen rato y divertirse.
Habitaban en casitas de madera y estaban rodeados por animales tan increíbles como los leones o tigres. Con los cuales se traficaba en la antigua Roma para beneficiar sus circos y teatros, además de los esclavos.
Pasó mucho tiempo, cientos de años quizás, hasta que aquél lugar empezó a tentar a las mentes de las personas que vivían en el resto del mundo, en especial a un pequeño grupo de personas a las que se les llamaba europeos.

Éstos europeos, viajaron por todo este continente para lucrarse de sus tierras y de los diamantes, oros y marfiles que extrajeron de allí. En 1885, se creó una conferencia que a pesar de que parecía que iba a ayudar a este pueblo, sólo se ocupó de repartir el beneficio de forma ordenada entre los países de Europa. Al final, esta historia terminó a causa de que éstos países no se podían hacer cargo de lo conquistado, por lo que los abandonaron creando así una enorme confusión tanto lingüística como económica que dura hasta hoy en día.

Ahora, este recóndito lugar se dedica a sobrevivir a la adversidad de la historia, pero al menos sabiendo; que en ningún lugar del mundo existen sus selvas y sus animales, y mucho menos su gente. Ahora, lo llaman el continente olvidado.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Sal de la rutina y disfruta


A menudo tenemos cientos de ideas en la cabeza, cientos de planes que queremos hacerlos realidad. Pero, ¿cuándo seremos capaces de ir a por esos planes? ¿Cuándo seremos capaces de salir de esta rutina?
Tenemos el trabajo, que no se puede dejar así como así y menos en tiempos de crisis, la familia, la pareja o amigos, los estudios... todas estas cosas que necesitamos para tener un gran futuro en esta sociedad. Pero ¿de verdad necesitamos tener dos carreras, tres idiomas perfectamente controlados y una cuenta bancaria excepcional?
De acuerdo, admito que así nuestra vida estaría prácticamente solucionada en muchos, muchísimos, aspectos; pero ¿nos merece la pena?
Debemos estudiar, pero también debemos vivir; debemos aprender idiomas para el día de mañana, pero también debemos de aprender a ser felices. Sé que suena a tópico hippie, pero creerme que la perfección no es tener un buen sueldo, la vida es mucho más que eso.
La perfección está en la innovación, en hacer lo que uno quiere y desea en cada momento, con cabeza, claro está; en la revolución de uno mismo.
No dejes que te afecten los esquemas que ha creado esta sociedad para manipularnos a su antojo. Disfruta de viajar, de conocer diferentes culturas, de cambiar de trabajo, de cambiar de casa, de pensar planes, de diseñar ideas. Pero sobre todo; disfruta.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Linus Larrabee

Hoy me viene a la cabeza una frase que escuché hace años en una película: "La cantidad no lo es todo, Linus". De la película Sabrina y sus amores. Esta frase la decía cuando Linus Larrabee quería vender su casa, y para ello quería hacer fotos de cada rincón; pero esa no era la clave para vender aquella casa. La clave era fotografiarla sólo una vez, y en esa foto se vería tal y como era, impresionante.

Esta frase se debería repetir por todas las esquinas del mundo. Gritarlo a los cuatro vientos para a ver si al fin alguien lo escucha.

No importa tener una o dos casas, o un pantalón o dos. ¿Acaso vas a vivir en dos casas al mismo tiempo? ¿Acaso te vas a poner dos pantalones a la vez?

Vive donde tengas que vivir, usa lo que tengas que usar, pero nunca, y recalco la palabra nunca, tengas más de lo que puedas llegar a necesitar porque a tu alrededor habrá gente que de verdad lo necesite y no lo pueda tener jamás.